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Pensar que el barrio o la localidad donde llegan estas familias baja su valor y se vuelve de mala reputación de manera automática es muy triste para el país, pues como es posible que basemos nuestra valía en que ellos llegaron a la comunidad y la van a manchar, y no pensar con orgullo que estamos contribuyendo a la paz del país. Por qué nos quejamos de que la guerrilla o los paramilitares hacen solo males, pero a la hora de dar nuestro grano de arena para la paz volteamos la cara como diciendo “esto no es conmigo”, recuerda siempre que el vecino de tu vecino eres tú mismo, no es necesario que mudes a estos vecinos a tu casa, con el saludo, un “buenos días, ¿cómo le va?, hasta luego” es suficiente, hacerlos sentir que no están contaminados con ninguna peste, de esa manera desestimulamos que vuelvan a su pasado y comiencen una nueva vida trabajando en micro empresas y negocios de diferente índole, pues a esta población suelen capacitarla en diferentes labores pues están acompañados por programas del gobierno para ello.

Recuerde ser siempre parte de la solución y no del problema.

 

Por: Beatriz Madera Carroll

COMETAS POR LA PAZ - Auspiciado por Proyectar sin Fronteras en el 2012.

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